Wednesday, June 20, 2012

Hola gran familia, ¿cómo estáis?
Yo hoy he decidido tomarme un día más de descanso. Estoy en una bar que se llama SnowBar en Ramala. Es como un pequeño oasis dentro de esta ciudad desértica. Parece una pequeña jungla. Hay un riachuelo que pasa por debajo del terreno del bar y con ese agua tienen para alimentar todas las plantas, además de para llenar la fabulosa piscina ;)
Hace días que quiero ir a Jerusalem y pasar allí la mañana viendo cosas de estas religiosas, pero ¡me da un palo que no veas! Primero que tendría que ir yo solita, lo que supone coger taxi hasta el primer checkpoint, pasar a pie el checkpoint y llegar a Jerusalem. Luego allí, pues ir a ver templos o algún museo, básicamente eso es lo que hay.  Lo que más me mata es el calor, aunque hoy hace un airecito fresco perfecto. Y la verdad, sabéis que yo no soy muy religiosa, así que tampoco me hace enorme ilusión visitar esos sitios, que encima ya visité por encima el primer día.
He estado leyendo la guía de Israel y los Territorios Palestinos y me he enterado de cosas que antes no sabía, sobre todo referentes a la Biblia. Los que estudiasteis religión en el colegio seguro que ya lo sabéis y seguro que agradeceríais más visitar Jerusalem. Una cosa graciosa: ¿Conocéis el síndrome de Jerusalem? Explica la guía que aproximadamente entre 50 y 200 personas al año están afectadas por este síndrome. Se trata de gente que está completamente obsesionada con la religión y vienen a Jerusalem para seguir el camino de los profetas, de manera que se acaban creyendo que ellos también son profetas (jajajaja...). Asimismo, la guía cuenta la historia de un judío canadiense que creyéndose que era Sanson, decidió tirarse contra la pared (estamparse) para ver si podía escapar. Luego, una americana que se creía que era la Virgen María y se fue a Belén a buscar a su hijo Jesús. Heavy, aye!!! jajaja...
Pues bueno, os cuento que hace cuatro días nos fuimos de excursión al mar Muerto. ¡Qué way es chicos! El mar Muerto está a unos 500 metros bajo el nivel del mar, entre Israel y Jordania. Como comparación, la salinidad promedio del agua del mar Muerto es del 350%, aproximadamente once veces más salado que el océano. Ningún ser vivo habita en él, salvo las artemias, una especie de crustáceo. Esta elevada salinidad es lo que impide a un ser humano hundirse en sus aguas de forma natural, pudiendo flotar sin ningún esfuerzo. Con todo, no es el lago más salado de la Tierra, ya que lo superan el lago Assal en Yibuti y ciertos lagos antárticos. La sensación al hundirte en sus aguas es increíble y novedosa. Apenas puedes nadar y cuando te pones boca abajo, las piernas se te van para arriba; realmente curioso. Para que veáis lo pava que soy: tenía tanta calor de todo el rato que llevábamos en el coche que ni siquiera pensé dónde iba a meterme. Total que llegamos, aparcamos, me quito la ropa y vamos, casi me tiro de cabeza y todo. Primero metí el cuerpo pero luego de manera inconsciente sumergí mi cabeza. Entonces, escuchó que Fuen y Tony dicen: ¡no, not your head! Y yo saqué corriendo la cabeza: ¡Fuck, forgot it!;jajaja...Por supuesto sin abrir los ojos. Entonces Tony me trajo agua para limpiarme los ojos. ¡¡¡Imaginad si llego a abrirlos...!!! ;)
Luego de pasar horas en el mar Muerto, nos fuimos al desierto que hay enfrente, en el lado de Palestina. Acampamos allí, hicimos barbacoa, bebimos un poquito, hablamos y vimos las estrellas, incluidas dos fugaces.
Bueno, tengo que hacer aquí un paréntesis acerca de lo mal que estoy de la vista. Resulta que el primer día, cuando fuimos a Jerusalem, a la entrada de la ciudad, hay unas ovejas que son de mentira, pero que yo creí que eran de verdad. Entonces le dije a Fuen: ¡Mira, ovejas!, como si no hubiera visto jamás ovejas en mi vida...y total que ella asentó y no le dió más importancia. Bueno, pues otra noche que fuimos a Jerusalem a tomar unas cervezas con amigos de ellos y a ver el fútbol, volví a ver las ovejas y le dije a Fuen: Oye tia, ¿qué coño hacen las ovejas ahí otra vez? ¿Qué no comen o qué estas ovejas? ¿Incluso de noche siguen ahí? Fuen empezó a descojonarse y me dijo que eran falsas...no podía creerlo...jajaja...con razón me parecían tan perfectas. Imaginad así todas blancas pero con ciertas partes negras, como esculturas, jajaja...Así que con el cachondeo todo el día, que si estoy ciega perdía, oveja pa arriba, oveja pa abajo. Pues de camino al desierto, el día del mar Muerto, vemos en la carretera unos animales que son tipo ciervos y que se llaman Ibex. Estaban tan bien colocados en las rocas que pensé que eran falsos. De repente Fuen y Tony empezaron: ¡Mira Brenda, Ibex! Y yo: ¡Anda pues si son falsos! ¡Parad de tomarme el pelo! jajajajaja....¡¡¡y resulta que no, que eran de verdad!!! ¡¡¡Ai Dios!!! Pues luego, de acampada, veo en una montaña algo que se mueve. Se me ocurre decir que veo algo allí y que parece un pájaro. Bueno, era un ibex. Ya podéis volver a imaginar el cachondeito con mi sight handicap. Muy bueno...
Después de la noche en el desierto, nos levantamos quejándonos de los mosquitos. Gracias a un líquido que Tony trajo, no nos picaron pero no dejamos de sentirlos volar a nuestro alrededor y de emparanoyarnos toda la puñetera noche con que nos iban a picar. Además, solo faltó Fuen que justo antes de ir a dormir, comentó que en el desierto hay serpientes y escorpiones, así que se le ocurrió que debíamos echarnos una manta por encima, por si acaso venía algún animal a picarnos o a mordernos. Lo peor es que la manta era manta de invierno, y con 30 grados, acabé prefiriendo que me picara cualquier bicho en cualquier parte de mi cuerpo antes que criar chinches. A las 7 de la mañana aprox, nos levantamos con todo el solazo pegándonos en la cara y decidimos ir a echar un café, a comer un poco y hacer un hiking por un camino entre montañas donde finalmente llegas a unos lagos pequeños de agua natural. Más tarde, nos dirigimos a la piscina de un hotel que está muy cerca. Allí nos quedamos tres horazas metidos en la piscina porque hacía tanta calor que cinco minutos fuera del agua eran suficientes para darse cuenta de que era mejor estar arrugada como una ciruela antes que morir asfixiada bajo el sol abrasador. ¡¡¡Estábamos a unos 45 grados!!!
Al día siguiente, Fuen y yo nos fuimos de shopping por Tel Aviv. Hay una calle llena de tiendas y con ropa y cosas chulas. Los edificios en aquella zona de Tel Aviv son muy bonitos pero en general toda la ciudad está bastante destruida. Se construyó deprisa y corriendo en el 48 y la hicieron fatal. Nos comimos una ensalada rica y un schnitzel (pollo rebozado), un plato austriaco pero que aquí se come mucho también.
Ayer decidií quedarme en casa descansando y muriendo del calor. Por la tarde salimos a echar unas cervezas y a comer comida palestina a un restaurante muy bonito de un pueblo de al lado de Ramala.
Y esto es todo por hoy chicos. Mañana partimos hacia Jordania, ya os contaré a la vuelta. ¡¡¡Besos!!!

























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